¿Por qué PISA pisa los callos incorrectos?

Estimado lector preocupado por la educación y escandalizado por los resultados de Colombia en las pruebas PISA a lo largo de los años, y en especial las más recientes:

Las pruebas PISA son para estudiantes de 15 años, eso quiere decir entre otras que no todos los estudiantes de cada grado lo presentan y que por lo tanto a los estudiantes se les indica, tanto explícitamente como a través de actos que llevan la información implícita, que la prueba no tiene ninguna validez para ellos. ¿Tiene usted en su mente la imagen de un colombiano de 15 años, al que llevan a una sala de computadores a pasar un rato con los compañeritos del colegio, poniendo todo su esfuerzo en hacer las cosas bien? Yo no, porque en general los colombianos no somos así. Fui profesor de uno de los colegios más respetados de Colombia, en el grado noveno, lo que quiere decir que mi salón estaba poblado de adolescentes de exactamente 15 años, algunos pocos más que eso y otros pocos menos, pero en general 15 años, por lo que con conocimiento de campo puedo decir que los estudiantes de esa edad no se toman en serio ni los exámenes que son en serio.

Los resultados de Colombia en PISA son desastrozos, de eso no quepa la menor duda, y son el reflejo de muchas cosas que pasan en la sociedad colombiana, no solamente de lo que hacen o no hacen en el Ministerio de Educación. Pero la abundancia de dedos acusadores que apuntan a cualquier parte no ayuda, hay muchas cosas que se dicen que no son ciertas y muchas que son ciertas y no se dicen.

Colombia es un país de desigualdades, en especial en el contexto de la educación, cosa que no ayuda al país ni a los resultados en pruebas como esa. Pero si además le vamos a decir a los estudiantes que presenten la prueba y que lo hagan bien por amor a la patria, considerando que los estudiantes de las instituciones públicas aborrecen la patria porque muchos de sus profesores dedican horas y horas a increpar al gobierno con o sin razón (esto es conocimiento indirecto de campo, yo no lo he visto pero conozco gente que considero fuente confiable que sí), mientras los estudiantes de instituciones privadas son en buena parte educados para profesar amor a otras patrias porque sus instituciones son buenas gracias a tener ideología de ________ (llene en el espacio en blanco con cualquier país del denominado primer mundo), vamos a tener el pequeño problema de que nadie tiene por qué profesar amor a esa patria y por lo tanto no hay motivos para desempeñarse bien en la prueba. Muchos dedos apuntan al Ministerio de Educación, ¿pero cuántos apuntan a FECODE o a UNCOLI?

Colombia es también un país de soluciones fáciles e inmediatas, aún a costa de beneficios reales a largo plazo. La cultura del “traqueto”, que todos conocemos en parte porque la hemos vivido en nuestro entorno y en parte porque gracias a los canales privados de televisión la tenemos en gran cantidad de producciones nacionales, cultura “narco” para los que desconocen el término “traqueto”, ha permeado los valores más elementales de la sociedad más allá de lo que muchos pueden llegar a vislumbrar. Es la noción de la recompensa inmediata, del beneficio a corto plazo aunque a largo plazo sea un perjuicio propio y social gigante, es la idea de que tener plata o fama o cualquier otro tipo de compensación es lo que nos define, es eso lo que nos ha dejado la cultura “traqueto”. Si las soluciones fáciles e inmediatas nos dominan, nos guían, los estudiantes que responden las preguntas como sea porque quieren salir pronto y no hay un costo por equivocarse, los profesores que con tal de reducir su trabajo de calificación incluyen calificaciones de autoevaluación, las instituciones que gradúan estudiantes por evitarse tener que decir públicamente que le negaron el grado a alguien y de paso se evitan una demanda, los gobernantes que miran más el porcentaje de aprobación que el beneficio de la comunidad, los críticos que apuntan el dedo en la misma dirección en la que lo hacen todos los demás, todos son solamente subproductos que se ajustan perfectamente al estereotipo y lo perpetúan. Que se vean ahora los dedos apuntando a RCN, a Caracol, al museo que la Policía Nacional abrió para conservar memoria de Pablo Escobar, a Fernando Botero Zea, a Alberto Santofimio Botero, a Ernesto Samper Pizano, a todos aquellos que son imágenes inconfundibles de la cultura “traqueto” y que siguen siendo estrellas en los espectáculos de nuestro zoológico social criollo.

Colombia es un país sin memoria. Así como tantos anti-santistas culpan al Presidente por haber perdido parte del mar sin recordar que todo el lío se desató mucho antes y que en la presidencia de Santos nada se podía hacer; así como tantos anti-uribistas olvidan que la guerrilla vio su pie de fuerza mermado a menos de la mitad en los ocho años de gobierno de Uribe y que por eso aceptaron sentarse a negociar; así como los anti-petristas olvidan que gracias a las intervenciones de Petro (en compañía de Robledo) como opositor se dio algún nivel de control a la “mermelada” uribista; así mismo todo el país, o al menos todo ese país que se rasga las vestiduras hoy al saber los resultados de PISA, olvida que ser profesor es una de las profesiones más desgastantes y peor remuneradas en Colombia, que los profesores de los colegios públicos provienen por lo general de grupos con bajos resultados académicos en su etapa escolar, que muchas escuelas en zonas rurales y urbanas son controladas internamente por grupos violentos (desde pandillas hasta guerrilla y paramilitares), que nuestros dirigentes en temas educativos tienen una formación en temas de educación que varía entre escasa y nula, entre otros tantos olvidos. ¿Dónde están los dedos que apuntan a los medios de comunicación que no nos recuerdan el contexto del país? ¿Dónde están los dedos que apuntan a los grupos violentos como responsables parciales de esos malos resultados?

Colombia es un país sin sustento teórico. ¿Cuántos de los que lean esto (que seguramente serán pocos porque es “demasiado” largo y leer textos así de largos es bastante inusual en Colombia) sabrán a qué me refiero cuando hablo de un reflejo pavloviana o de conductismo? Seguramente muchos han escuchado del experimento de Pavlov al hacer que un perro asociara el sonido de una campana con la obtención de alimento hasta el punto de poder generar reacciones de anticipación digestiva con sonar la campana. La generación de una respuesta a un estímulo ante la simple expectativa del estímulo, eso es un reflejo pavloviana y se enmarca en una teoría conocida como conductismo. En términos de aprendizaje, es el cambio de conducta o la generación de respuestas apropiadas en espera de obtener una recompensa o evadir un castigo (para los que tengan referencias de cultura televisiva reciente, es lo que le hace Sheldon a Penny en The Big Bang Theory cuando la entrena con chocolates). Se preguntarán muchos ahora por qué traigo a colación el conductismo. Mi razón para mencionar el conductismo es simple: a pesar de lo desacreditado que esté el conductismo en el campo de las teorías del conocimiento y del aprendizaje, hacer cambios a la educación con la esperanza de mejorar los resultados para la siguiente aplicación de PISA (2015) es conductismo puro. Pero también, los pequeños cambios en los que todos podemos aportar son conductismo puro y no toman mucho tiempo ni esfuerzo. Este texto se publica en un blog, y será difundido en redes sociales como Twitter y Facebook. El objetivo central es compartir un punto de vista, no llenar de retweets, favs o likes las publicaciones en las que se mencione. Sin embargo, estudios serios indican que para gran parte de los usuarios de ese tipo de medios, el objetivo sí es obtener esas pequeñas recompensas, esos pequeños placeres. Propongo entonces que no se ofrezcan esos estímulos a aquellas personas que publiquen cosas con mala ortografía y que además se les indique que ante una publicación igual de valiosa (llamativa, interesante, o cualquier otro adjetivo que la haga merecedora de reconocimiento) pero con buena ortografía la recompensa será inmediata. Muy probablemente eso nos ayude a ganar en términos de la ortografía de las publicaciones que vemos en redes sociales todos los días, cosa que algunos considerarán irrelevante. Sin embargo, segundo sustento teórico para tener en cuenta, estudios indican que la buena ortografía (y en general la buena escritura, pero no me gusta calificar la gramática de los textos) está relacionada con formas más elevadas de conocimiento y de razonamiento, en parte porque se asocia con mayores índices de lectura, en parte porque requiere un proceso crítico para esclarecer en tiempo real la ortografía de textos que se estén escribiendo, en parte porque es un sistema estructurado de reglas y excepciones que da paso a formas más elevadas de comunicación. Dos sustentos teóricos pequeños, una actividad de todos los días, una posible ganancia en el no tan largo plazo.

Estimado y dedicado lector que llegó hasta este punto. Si quiere buscar un culpable de la desgracia de la educación en Colombia (y en el mundo) vaya al baño, párese frente al espejo y, a cambio de tomarse una selfie, señálese usted mismo. Después de hacerlo piense cómo puede contribuir a que las cosas cambien, lenta o rápidamente, pero que cambien. Yo le dejo una idea, si quiere compartir conmigo las suyas queda cordialmente invitado a escribirme, osbernal@gmail.com y @osbernal en Twitter funcionan bastante bien.

 
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