Carta a un candidato corrupto
Respetado candidato, aunque no tan respetado por ser corrupto:
Tomo parte de mi tiempo, que considero valioso, para dedicarle unas cortas pero sentidas palabras hoy, a un día de las elecciones para el Congreso de la República. Lo hago hoy porque hoy todavía le puedo llamar candidato, mañana y gracias a los efectos de su corrupción seguramente me tendré que dirigir a usted como “Honorable Congresista”.
¿Por qué dedicarle este tiempo, si seguramente usted no me va a oír, o en este caso, leer? Porque a pesar de todo, a pesar de las buenas acciones y buenas intenciones de muchos de mis compatriotas, durante otros cuatro años una buena parte del futuro de mi país estará en sus manos. Porque a pesar de que me encantaría decir que el voto de los jóvenes como yo aún creo serlo cambiará al país, muchos de esos jóvenes por distintas razones no querrán votar, no podrán votar (como yo), votarán en blanco sin significado alguno o simplemente votarán por usted porque es el nombre conocido.
Quiero hacerle una propuesta económica, en espera de que la referencia a una propuesta económica le resulte tan atractiva como para leerla. Dado que usted está muy seguramente ya decidido a robar, o mejor, para que suene menos criminal, a obtener un justo beneficio personal por ese arduo trabajo que realiza y que no es suficientemente recompensado con el discreto salario que le asignan, le propongo que como un pacto entre nosotros usted reduzca ese beneficio al 30% de lo que inicialmente piensa obtener… mejor digamos al 50%, para que su arduo trabajo no se vea subvalorado por mí. Déjenos a los demás colombianos el otro 50%, déjenos hacer algunas vías, algunas inversiones en agricultura, algunas escuelas, algunos avances en salud pública, algo, lo que sea, que nos beneficie a nosotros y no solo a usted. Considérelo su forma de recompensarnos por nuestro arduo trabajo en unas elecciones que lo llevan a usted a ese cargo que ocupará, porque créanos que todos, hasta los que no podremos votar, somos parte de ese proceso que determina que usted ocupará el cargo de Honorable Congresista.
Se preguntará usted en este momento qué obtiene a cambio de lo que le propongo, porque en principio parece una cosa muy poco ventajosa para usted, al menos en comparación con lo que podría ser ignorar esta propuesta y proceder como lo tenía inicialmente planeado. Bueno, le presento dos beneficios que tal vez le resulten motivo para aceptar lo que le estoy proponiendo. El primer beneficio es que usted, que para ser un Honorable Congresista ha invertido una fuerte suma de dinero no lo tendrá que hacer nuevamente en a siguiente campaña, porque con ese 50% que usted nos deja habremos hecho cosas tan importantes como educar a la gente, de forma que ahora usted podrá convencer a sus votantes hablándoles de propuestas, de resultados, de ideales; en contraste con la enorme inversión en tamales, mercados y camisetas de esta campaña. El segundo beneficio es que si usted acepta esta propuesta y al estar cerca el final de su periodo decide buscar nuevamente una curul, si realmente hizo eco de este mensaje y se acogió a mi propuesta, yo seré el primero en divulgar su postulación y votar por usted (si en ese momento ya logro votar).
Es más, le hago una segunda propuesta, para facilitarle su trabajo y que así esta reducción de sus emolumentos sea un poco más justa. Usted puede reducir también al 50% las llamadas intentando ubicar a sus amigos y familiares en cargos en los que tradicionalmente por su curul tendría influencia, eso le reduce el trabajo. Nosotros, los colombianos del común, ganamos la posibilidad de tener servidores públicos que estén capacitados para ocupar los cargos en los que se les nombre, que sean capaces de tomar decisiones responsables desde esos cargos y que no tengan que desviar contratos y cargos para servir al que los recomendó. Usted, además de esa considerable reducción en su trabajo, gana la posibilidad de vivir en un país en el que los profesionales con los que tiene que interactuar salen adecuadamente capacitados de sus estudios porque ya los directivos de las universidades no los nombró usted a dedo, en el que sus alimentos son más saludables y frescos porque vienen de cultivos beneficiados con inversión en el agro administrada por personas capaces que no nombró usted y llegaron a su mesa haciendo uso de medios de transporte más eficientes porque los planean personas realmente preparadas para ello que no nombró usted, esas entre otras.
Hay dos cosas que realmente no le puedo ofrecer, tranquilidad de conciencia es una, estar fuera del riesgo de ser condenado por la justicia en esas pocas veces que resulta efectiva es otra. Esas solamente se las puedo ofrecer si reduce sus beneficios no al 50% sino al 0%. Mientras tanto tendrá que seguir conformándose con esas cosas que sí le puedo ofrecer.
Para terminar quiero pedirle un favor, como una cosa personal y sin mayor recompensa que mi eterno agradecimiento. Usted que está en la política sabe cuáles son los candidatos a los que este mensaje no les corresponde porque no se benefician indebidamente de su posición y no pretenden hacerlo. Escoja uno de esos candidatos y dele su voto.
Gracias.