“De navidad y cumpleaños”

En una conversación con una de mis más enriquecedoras fuentes de inspiración, surgió naturalmente un tema que nubló mi infancia y hoy muestra tristes marcas en mi comportamiento: el regalo “de navidad y cumpleaños”.

Para introducir el tema, sea el momento de decir que mi cumpleaños es en la última semana de enero (si usted está leyendo esto seguramente tiene acceso a mi FB y sabe cuándo es, aunque no es demasiado relevante para esta entrada). Lo importante del tema es que entre navidad y mi cumpleaños hay más de un mes. Más de 30 días.

¿Cuál es entonces la razón de este escrito y en qué se relaciona con esa brecha de tiempo entre la navidad y mi cumpleaños? Desde un punto de vista corporativo, si usted tiene una empresa y compra con pago diferido el día de navidad, para mi cumpleaños ya no le dan descuento. Pero desde un punto de vista personal, en mi infancia yo entendía, al igual que casi todos los niños (énfasis en mi sobrino hoy en día) que la navidad y el cumpleaños son importantes solamente o al menos principalmente por los regalos, lo que hacía especialmente frustrante el momento en el que alguien se acercaba a mí con una sonrisa en los labios y me decía “mira, es tu regalo de navidad y de cumpleaños”. Esa sonrisa que después de recibido el regalo se entiende como la sonrisa de la maldad pura, del odio por la infancia, de la carencia de tiempo dedicado a pensar la situación, en resumen, de tacañería. Seamos sinceros, que todo sea por los regalos no quiere decir que el regalo tenga que ser caro, al que le interesa dar un regalo de navidad y un regalo de cumpleaños, pero está bajo de ideas, puede escoger una de las fechas para dar un regalo pensado y tal vez hasta caro, no es relevante, sumado a una chupeta en la otra fecha, el tema es que haya regalo, o para efectos de esta conversación, regalos en plural.

Cada día creo menos en la religión, así que la navidad no ha ganado nada. Ahora disfruto los buenos restaurantes y las comidas raras y fuera de lo común, en eso ha ganado el cumpleaños. Pero lo acepto, todavía es acerca de los regalos. Y por eso, aunque ya nadie se toma el grosero atrevimiento de intentar darme un regalo que cubra fechas varias, sigo sintiendo algo de terror cada vez que se acercan las famosas fechas. Y especialmente, sigo siendo muy cuidadoso con jamás dar un regalo “de navidad y cumpleaños”. No recuerdo haberle dado regalo de cumpleaños a nadie que cumpla un 24 o 25 de diciembre, que son las fechas extremas para tal exabrupto de la naturaleza del tacaño, pero si lo hiciera tengan la total seguridad de que daría dos regalos, uno por navidad y otro por cumpleaños.

Si usted también tuvo experiencias del tipo “de navidad y cumpleaños”, comparto ese dolor. Si no, envidio esa situación. En todo caso, para mí fue un punto de quiebre en mi interpretación del tiempo y las fechas en general. Y con total seguridad marcará mis decisiones en temas de fechas cuando sea posible decidirlas, llegará el momento en el que tenga el poder para ejecutar de forma que todos los proyectos importantes tengan como fechas conmemorativas cosas fuera de diciembre –por navidad–, de enero –por mi cumpleaños– y de otras fechas relevantes para el tema en particular.

Al que quiera comentar algo, o en el peor de los casos criticarme por materialista, mis datos de contacto son los de siempre, correo electrónico osbernal@gmail.com y @osbernal en Twitter.

 
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