ISAGEN y el poder de las redes sociales

En la vida hay que reconocer cuando se ha perdido, así que hoy reconozco que por estar metido en otras cosas no escribí esto a tiempo y Gabriel Silva publicó primero una gran parte de la motivación/conclusión de esta entrada del blog. Pero bueno, va igual.

En estos días Colombia está viviendo un gran debate en torno a la venta o no de la empresa ISAGEN. El proceso cumplió su primera fase el 13 de enero, cuando se realizó la “venta” a una empresa inversionista extranjera.

Pongo el “venta” entre comillas por dos razones. La primera, porque el proceso no se ha concretado, aún es posible que diferentes instancias lo bloqueen. La segunda, porque ISAGEN no era totalmente propiedad del Gobierno nacional, que con algo menos del 57% de la composición accionaria tenía control pero no propiedad absoluta.

Quiero, como es costumbre, dejar mi opinión específica sobre el tema que desata todo el debate clara, para luego hablar de la parte que me parece más interesante incluso, lo que pasa por debajo del debate.

Hace ya casi un año Guillermo Perry describió cuidadosamente la razón para la venta de ISAGEN. No el día de la venta o en las dos semanas anteriores. El proceso de venta de ISAGEN estaba planeado hace mucho, con los recursos destinados hace tanto o más, sin que fuera ningún secreto que se haría.

Mauricio Vargas habló, ya con el proceso en marcha y apenas unos días antes de que se concretara la primera etapa, de la misma necesidad y la misma destinación de la que ya había hablado Perry antes.

Estoy de acuerdo con ellos, estoy de acuerdo con la venta de ISAGEN, más allá de los 89 mil millones de pesos anuales que puede proveerle ISAGEN al país como su parte en la distribución de ganancias, es el momento en el que se debe gobernar pensando en el desarrollo futuro del país y no solo la existencia presente del Gobierno. 89mil millones son, para este y para casi cualquier gobierno, caja menor, ningún “huevo de oro” como se ha escrito por ahí. Claramente no es dinero despreciable, si me dieran 89mil millones mi vida estaría más que arreglada hasta el final. Pero 89 mil millones para 45 millones de colombianos da menos de 2mil pesos por persona, si quieren hacer la cuenta de esa forma. Y el Gobierno tiene que hacer cuentas para 45 millones de colombianos.

La plata que produce ISAGEN anualmente no es tan significativa para el Gobierno como los efectos que puede –y debería– tener la inversión de esos recursos en infraestructura de transporte. Parce mentira que mientras la gran parte de los bogotanos se enfrasca en una pelea por las decisiones del nuevo alcalde sobre la construcción del metro o de algún otro tipo de sistema de transporte, nieguen la necesidad de mejorar el transporte a nivel nacional.

Colombia está embotellada a nivel nacional, no son solo los trancones de Bogotá. Pero en este caso el embotellamiento no es de los trancones de las entradas a las ciudades principales en cada festivo o temporada vacacional, es embotellamiento industrial porque es asombrosamente costoso mover carga por el país. Condiciones topográficas desfavorables, carreteras miserables, gasolina por los cielos e inseguridad son la mezcla perfecta para hacer que la movilización de nuestros productos sea tan costosa que el país esté embotellado.

Algunas de las razones para el embotellamiento son inmodificables, el menos con el estado actual de la tecnología, como la topografía. Y para superarla existen los aviones, pero son una forma de transportar costosísima también, mucho más que por tierra. Pero al Gobierno le toca, porque de verdad es su obligación, hacer lo que se pueda con las que puede cambiar. Y este Gobierno eligió enfrentar el tema de las carreteras y de la inseguridad. A su manera, debatible, discutible, cuestionable, pero lo quiere hacer. Y yo realmente creo que las carreteras son una buena idea, que ojalá cuando estén avanzadas pasemos a la reactivación del transporte férreo además.

Luego, para tener en cuenta, están todos los argumentos de proceso como los que se pueden seguir en la columna de Juan Lozano por ejemplo. Y los pendientes por esclarecer, como la posible multa que manifiesta Camilo Díaz en su columna. Hay oposición y hay argumentos buenos para algunas de las cosas que se manifiestan en la oposición, no hay por qué negarlo.

Sin embargo, más allá de mi opinión sobre dicho proceso, lo más interesante que he encontrado todo es la reacción pública, manifestada en redes sociales. Y con esa reacción pública también la increible capacidad de disfrutar la ignorancia que tanto nos emociona en Colombia.

Un par de ejemplos de lo que se dice, para que no se alargue mucho esto.

Jorge Robledo, Senador de la República, argumenta que el proceso de venta se está llevando a cabo en vacancia judicial y que el Gobierno lo planeó así para evitar todo control y que tendrá que hacerse un llamado desde el Congreso para hacer control político por eso. Ojalá el Senador pueda explicar por qué entonces es necesario ir hasta el 25 de abril de 2015 para encontrar el escrito de Guillermo Perry del que ya hablé antes, un momento que no estaba enmarcado ni en vacancia judicial ni en vacaciones del Congreso. Será que en el Congreso hasta ahora se enteraron?

El mismo Robledo habla de la venta de la gallina de los huevos de oro a precio de gallina flaca. Espero la explicación de por qué la venta de las acciones ccon un sobrecosto de más del 30% sobre su precio de mercado y la aparición de un único oferente a pesar de que la venta era claramente conocida por todas las grandes empresas de energía y de finanzas en el mundo se consideran muestras de que la empresa casi se regaló, como lo implica el Senador. Si la cosa estuviera tan barata y fuera un tan buen negocio habría atraído más demanda, creería yo.

Paso de hablar sobre los famosos argumentos de soberanía energética (noticia: los precios de la energía no los pone ISAGEN y tampoco es la única ni la mayor productora energética del país), la catástrofe ambiental (ni Brookefield puede sacar el agua del país y venderla en otra parte ni quemar los bosques alrededor ni nada por el estilo) o la mermelada (porque no entiendo desde cuando está tan mal que un gobierno pida a los políticos que ayuden a decidir en qué proyectos se gasta el dinero, de hecho yo creía que para eso es que se elegían los políticos… que los políticos al elegir los proyectos elijan los que les permiten robar y no los que son mejores para el país es un problema que está en las votaciones, como bien lo dice Javier Riveros). Esos temas me parecen artimañas de mago de quinta para capturar la atención de incautos.

Ahora sí, finalmente y como abrebocas de la reflexión personal que cada uno quiera darle, a hablar de lo que vine a hablar. Todo el revuelo de ISAGEN ha hecho dos cosas, dos grandes cosas, dos maravillosas cosas, maravillosas desde el punto de vista del asombro social que debería maravillarnos, no desde la interpretación de beneficios.

Primero, ha sido la oportunidad perfecta para que los opositores, de lado y lado, ataquen en simultánea al presidente actual y a dos de los grandes candidatos a sucederlo siguiendo parte de sus programas. No es para nada accidente que Jorge Robledo hable de “Asqueado quedó el país con SantosCárdenasVargas …”. No es accidental que, como lo destaca Gabriel Silva, estén unidos en este tema el Polo y el Centro Democrático, los dos grandes beneficiados si se caen las posibilidades electorales de Vargas Lleras y Cárdenas. En serio, el revuelo por la venta de ISAGEN no tiene nada que ver con ISAGEN, es solo una excusa para empezar a atacar candidatos para 2018. Para leer un poco más de esto recomiendo la columna de Silva, a pesar de que no es para nada persona de mi particular agrado.

Segundo, mientras los senadores opositores reclaman no estar siendo escuchados, que “el pueblo” no está siendo escuchado, no hubo pronunciamientos sobre la forma tan descarada en la que Maduro está intentando incapacitar a la oposición en la recién posesionada Asamblea Nacional de Venezuela. Honestamente no se me hace raro que el Polo Democrático Alternativo, con énfasis en “Democrático”, no haga ningún comentario al respecto, como no se ha pronunciado antes frente a cada una de las actuaciones de Maduro para mellar la democracia. Y cuando los colombianos estaban más pendientes de lo que pasaba en Venezuela, llegó la oportunidad perfecta para distraer la atención con argumentos de soberanías inexistentes y enemigos extranjeros (suena familiar, no?).

No me voy a extender más en esto, cada persona sabrá si está de acuerdo o no con la venta de ISAGEN y qué tanto se ha informado acerca de lo que pasa a su alrededor. Solo dejo aquí mi comentario sobre el tema y sobre el asombro que me produce, sobre la capacidad que tienen las redes sociales para proveerle a las personas más y más información sesgada hacia su opinión, formada sobre información muchas veces sesgada obtenida en esas mismas redes sociales.

Como un favor personal que le pido a los que leen esto, cuando vayan a publicar o re-publicar algo en redes asegúrense de al menos haberse informado un poquito de la opinión opuesta, de haber contrastado y entendido algo del por qué los demás opinan diferente. Si lo hicieron y siguen seguros de su opinión, si no se limitaron a alimentarse de lo que publican los que piensan muy similar a ustedes, será entonces un placer explorar lo que propongan.

Cierro, como es costumbre, poniendo mi correo electrónico osbernal@gmail.com y mi cuenta de Twitter @osbernal para los que quieran entablar conversación sobre esto.

 
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